Ghost. Skeletá. Reseña Del Disco.

Aquella camiseta ya no era negra, ahora era gris, para colmo estaba llena de quemaduras provocadas por muchas noches de humo y cerveza, el caso es que aquel dibujo se mantenía intacto así que ni corto ni perezoso, cuando mi hermano dejó de ponérsela, le corté las mangas y la lucí en las reuniones de amigos de tantas otras mañanas veraniegas.
Un estampado que definía a la perfección lo que era el heavy metal con el omnipresente “War-Pig” transformado en una mezcla de fuego y electricidad, de alta tensión, que rompía con lo convencional, incluía título de disco y nombre de banda que delataban o hacían intuir mis gustos musicales, aunque tengo que decir que he tardado mucho, demasiado, en escuchar esta joya de disco.
“Another perfect day” destila desde la primera nota un aire a ese primer heavy metal más espontáneo y desenfadado, sí ya se, que su líder y bajista, el archiconocido y adorado Lemmy siempre dijo que su sonido era simple rock and roll, pero la etiqueta de heavy metal no conseguiría quitársela durante toda su carrera, no solo en su pose o logo y carátulas de discos, sino también se desprendía y de qué manera, en su música…
“Another perfect day” me suena a NWBHM en estado puro, por cierto, los de Lemmy, con este plástico, me recuerdan mucho a aquellos discos de Barón Rojo, “Metalmorfosis” o “Volumen brutal” tiene ese aire fresco y cautivador, sobre todo en los primeros cortes, da igual el tema que suene, “Back at the Funny farm”, “Shine” o “Dancing on yogur grave”… El sonido al auténtico heavy metal de los primeros ochenta esta ahí.
Un disco que según la wikipedia, la crítica de la época lo tildó de melódico, algo que posiblemente no gustó a Lemmy y sus secuaces, pero que para mí, junto aquel "1916" de muchos años después, y que suena tan diferente pero también muy heavy, un heavy más evolucionado, mas estudiado y menos visceral, forman parte, con permiso de “Orgasmatron” y “Rock and roll” por derecho propio de mis mejores Tiempos Heavys, es más, sin haber oído toda la discografía de Motörhead, no dudaría en colocarlo entre uno de los mejores trabajos de la banda, cuestión de gustos, por supuesto.
Mucho más rockera suena “Rock it” pero igual de intensa y mágica, aunque con un rico final también muy heavy, da paso a “One track mind”, a “Another perfect day” con los que uno no para de preguntarse como puede ser que una batería, un bajo y una guitarra puedan sonar de esa manera tan genial, da igual que suenen "March off to war", “Tales of glory”, “I got mine” o “Die you bastard”…
Diez canciones completan un disco con el sello inconfundible de unos Motörhead que a pesar de negarse a considerarse heavy metal, siempre tuvieron y tendrán con este "Another perfect day" un hueco en mi colección.
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